viernes, 23 de octubre de 2009

Clase 19 de octubre: “Fundación de ciudades y Proceso de Crecimiento Territorial”

Como se ha visto en el transcurso de este blog, los temas tratados han estado referidos a la importancia de los recursos naturales y la economía natural para las sociedades que se configuraron después de la conquista europea en los distintos momentos que también han sido definidos. Incluso, siendo un poco mas majadero en el tema, en el siglo XVI, las colonias europeas prefirieron asentarse en los imperios agrarios o grupos nativos con proyecciones agrarias.

Desde entonces y hasta hoy esta economía natural ha sido pretexto de arraigo para Sudamérica, de hecho hasta el siglo pasado, casi el 80% de la población latino-hispanoamericana vivían en torno a las actividades que se gestaban en torno a lo agrícola. Así es como se comenzó a usar el concepto de fundación de ciudades.



Desde el Solar, al Latifundio y Latifundismo:

Dentro de lo que estamos entendiendo por el proceso de posesión de tierras por parte de los colonos, ahora sale en evidencia una quinta estructura territorial y de mucha importancia para el continuo ideológico expansionista de aquel entonces, el Latifundio o cultura Latifundista.

Según el historiador Rolando Mellafe, en su publicación “Historia social de Chile y América”, dice que el Latifundismo es: “…una unidad económica y social al mismo tiempo que foco de poder rural, que se forma mediando históricamente circunstancias especiales”. Estas circunstancias especiales, son el periodo de explosión territorial que se necesito, por una parte por el leve crecimiento demográfico producto del tiempo y de los asentamientos ya consolidados, y por otro la do por la necesidad de tomar rápidamente las tierras aledañas para el continuo expansionista.
En este sentido latifundista, hay dos cuestiones claves:

“1) el terrateniente, ademas de la tierra, tenga bajo su dirección mas o menos directaalgo que manejar, manipular y dominar en forma excluyente de otros grupos o personas.”

“2) la racionalidad y “economía” con que maneja la tierra, lo que implica mayor o menor grado de eficacia económica, social y política”

Entonces, teniendo esto en cuenta, es menester identificar el propósito real de esta última estructura vista hasta el momento, la cual era netamente expandir la ocupación de territorio, sin desarrollar mayormente la calidad de los productos agrarios y sin utilizar, en su totalidad la tecnología o bien innovar alguna para tanto territorio. Existiendo esto, tampoco podríamos hablar de un orden del territorio de plantaciones como lo es actualmente, y es así como repetimos una vez más que el latifundismo es solo el concepto que encubre de alguna u otra forma la sed de conquistar el territorio por parte de los españoles o mestizos.



Problemas Históricos vinculados a la Agricultura:

Puntualmente desde que la actividad agrícola y la minería trabajaban, explotando sus recursos respectivos, y haciendo también una oferta de trabajo para la mano de obra que se solventaba en distintos pueblos, se generaba, potencial y latentemente, uno de los tantos problemas que incluían a la sociedad: la disputa de la mano de obra, tanto de la actividad minera en contra de la agricultura y viceversa. “Los productores agrícolas llegan hasta a interceptar las filas de indígenas que van a cumplir con la mita minera; les ofrecen salario, tierras, libertad (recordando que estos tenían el grado de esclavos) y protección si se quedan trabajando en sus haciendas”.


Lamentablemente el tiempo ya pasó, ya no se planifico y ya se tomaron las decisiones. Actualmente no se puede hacer nada en contra del sistema de globalización y de sistemas financieros mundiales. Como será el caso de que a nuestro principal producto de exportación, el cobre, se transa en la bolsa de finanzas de Inglaterra. La colonización y la neo-colonización, si bien ya pasaron, estas perduran, y de alguna u otra forma seguimos siendo esclavos de sus proyectos económicos transnacionales.

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Mellafe R. “Historia social de Chile y América”. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 2004. 287 pags. Citas: p. 29 y p. 80. ISBN: 956-11-0113-0.

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